Es una planta anual muy vistosa de flores color rojo acampanada y casi esférica, poseen 4 finos pétalos y 2 sépalos vellosos. Los pétalos son muy delicados frecuentemente con manchas negras en la base y se marchitan rápidamente, por lo que las flores no pueden usarse en adornos florales. Al cortarla suelta un látex blanco lechoso, sus tallos erectos cilíndricos, macizos, flexibles y delgados, cubiertos de pelos hispidos (casi punzantes), presentes en toda la planta, salvo raíz y pétalos, de hasta 60 (90) cm de altura. Las hojas son levemente venenosas para los animales herbívoros. Las hojas verdes frescas (antes de la floración) pueden cocinarse como las espinacas y son muy apetecibles, con un sabor característico, perdiendo las propiedades venenosas al cocinarse, aunque con efectos sedantes por los alcaloides que contiene, por lo que su consumo como alimento ha venido decayendo en el sur de Europa. Crece en todo tipo de terrenos silvestres, pobres, principalmente en parcelas de cereales en barbecho y cultivadas, así como en márgenes de caminos y pistas forestales, fisuras de muros de sillería, etc.
Es una especie distribuida por Europa, Asia, Japón, norte de África, etc. En la Península Ibérica está ampliamente extendida en Portugal y España, por todas las provincias. Florece entre junio y agosto y existen muchas variedades. La amapola (Papaver rhoeas) se distingue de otros congéneres por su cápsula en forma de copa con tapa ancha.
Posee propiedades sedantes y antitusivas, se fabrican jarabes para la tos. Es ligeramente tóxica. Los pétalos se pueden emplear como tisanas, mezclada con otras flores. Se han usado también contra el insomnio sobretodo en niños y ancianos.
Antiguamente se creía que esta planta producía dolores de cabeza y originaban tempestades.
Reino: Plantae
Filo: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Papaverales
Familia: Papaveraceae
Tribu: Papavereae
Género: Papaver
Especie: P. rhoeas
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