La Rioja (España)

5 de febrero de 2016

Agalla del rosal (Diplolepis rosae)

Agalla del rosal (Diplolepis rosae)

 Las Agallas son estructuras de tipo tumoral producidas por una planta y que son inducidas por insectos u otros artrópodos, así como por nematodos, hongos o bacterias. Se trata de la respuesta del vegetal a la presencia del parásito; en el caso de las avispas, a los huevos puestos en dicha planta, lo que provoca un crecimiento anómalo de tejido que intenta aislar al intruso. Este tejido de nueva formación adquiere formas muy variadas según la planta y el parásito.

El aspecto de las agallas es más llamativo en verano pues a medida que nos vamos adentrando al otoño son menos vistosas y sobre todo en invierno que adquieren apariencia de estropajo seco, debido a las heladas.

El culpable de las agallas del rosal silvestre es un insecto, la llamada avispa de las agallas del rosal silvestre. La avispa pone sus huevos en la hoja y el rosal reacciona produciendo estas bolas de filamentos verdes y rojizos.
 Se cree que puede ser una reacción química o vírica. El caso es que el rosal reacciona creando el tejido que envuelve a los huevos. Las larvas se alimentarán de ese tejido al mismo tiempo que brinda protección frente a los agentes externos: bien atmosféricos, bien depredadores.


El aspecto de las agallas es más llamativo en verano pues a medida que nos vamos adentrando al otoño son menos vistosas y sobre todo en invierno que adquieren apariencia de estropajo seco, debido a las heladas. Si esto se desarrolla durante la primavera-verano, cuando llega el invierno la agalla comienza a deteriorase. Pero encontrándonos en esta estación el salir al exterior provocaría la muerte de la avispa, de suerte que esta se queda (en fase) en el interior de la agalla hasta la llegada de la primavera. Y así vuelta a empezar el ciclo. 

Dentro de la agalla hay varias cámaras donde se encuentran las larvas que, a finales de verano, se transforman en ninfas. Las ninfas pasan el invierno protegidas, emergiendo los insectos adultos (imagos) en primavera. Cada especie de insecto produce un tipo de agalla, pero ésta puede ser muy diferente según la especie vegetal parasitada. Es decir, diferentes plantas pueden desarrollar agallas muy diferentes ante el mismo insecto. Luego las agallas no solo permiten identificar el insecto causante, sino también pueden servir para identificar la especie vegetal que la genera.

Diplolepis rosae es una especie de himenóptero apócrifo de la familia Cynipidae que induce la agalla del rosal. Las agallas se encuentran en los pies del rosal y tienen una longitud de 5 cm, con largos pelos rojos. Dentro de las agallas hay diversas cámaras, ocupadas por las larvas de dicho insecto. La avispa que induce la agalla es de 5 mm de longitud; la cabeza y el tórax son negros; el abdomen es de color rojizo en la hembra y negro en el macho. Hay una sola generación por año. Los machos son sumamente escasos. Las plantas preferidas son miembros de la familia Rosácea.





Clase: Insecta
Orden: Hymenoptera
Familia: Cinipidae
Género: Diplolepis
Especie: Diplolepis rosae (Linnaeus 1758)

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