Se trata de una planta fanerógama, perennifolia, de la familia de las astaráceas (como las margaritas).
La olivarda es una planta de hasta 1,5 m de altura, sus flores se disponen en capítulos situados en la parte superior del tallo. Desprende un olor muy fuerte y característico. Crece en terrenos baldíos, removidos, generalmente bordes de caminos o campos de cultivo roturados. Originalmente es una planta que crece en terrenos húmedos, con gravas o arenas, en los fondos de barrancos, bordes de ríos y en general terrenos inestables y cambiantes. Sin embargo, por ser similares a estos también se desarrollan bien en superficies yermas, recién removidas y desprovistas de vegetación con incluso mayor predilección que sus lugares de origen, lo que ha propiciado su expansión a las zonas rurales. Las flores tubulares son de un color amarillo-anaranjado y las flores liguladas de color amarillo, las hojas son alargadas, estrechas y con el borde aserrado, envuelven el tallo y están muy pegadas unas a otras con lo que forman, junto con las nuevas yemas, un cúmulo vegetal alrededor del tallo de la planta. Su principal uso tradicional en el litoral andaluz ha sido como atrapamoscas (mosquera), colocándose los arbustos colgados en el interior de las casas, las moscas y mosquitos quedan atrapados en la sustancia viscosa que recubre la planta. Otro de los usos importantes es como parte de las camas del ganado actuando como atrapapulgas. Florece desde principios de la estación estival hasta comienzos del Otoño, y tiene frutos cilíndricos, de 5-7 mm, cuyos pelos se encuentran soldados en la base. Es abundante en toda la Península, Baleares y también en Canarias.
NOMBRE CIENTÍFICO: Dittrichia viscosa
FAMILIA: ASTERACEAE
NOMBRE COMÚN: Olivarda
FLORECE: IV-XII
HÁBITAT: Ruderal y viaria 0-1500 m
DISTRIBUCIÓN: Mediterránea
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